ABIERTO: Cuando el vino tiene poco color y poco equilibrio
en boca.
ÁCIDO: Vino en el que predomina el sabor ácido debido a
los ácidos naturales procedentes de la uva o de la fermentación.
AEROBIA: Proceso biológico que requiere la presencia de
oxígeno.
AFRUTADO: Se dice de un vino que tiene aromas de frutas
(melocotón, albaricoque, plátano, grosella, frambuesa, fresa, cereza, ciruela,
moras, etc).
AGUJA: Presencia de carbónico natural burbujas, que
aparece en ciertos vinos jóvenes.
ALBARIZA: Suelo de color muy claro, rico en carbonato
cálcico. Típico de la zona de Jerez.
ALEGRE: Cuando un vino es vivaz, tiene un aroma limpio
y acidez fresca. Se dice también de los vinos espumosos con una agradable burbuja.
ALMENDRADO: Sabor a almendra que aparece en vinos tintos
jóvenes elaborados con maceración carbónica. También puede reflejar algunas
alteraciones como exceso de oxidación en los vinos blancos, o el "gusto de luz
" de los vinos espumosos mal conservados.
AMARGO: Se aprecia en la parte posterior de la lengua y
no debe confundirse con el sabor del tanino.